jueves, 9 de junio de 2011

Lactancia

La nutrición durante la lactancia


1. Alimentación sana y variada: Los niveles de proteínas, grasas e hidratos de carbono de la leche materna no están afectados por los niveles de los mismos en la dieta materna. La calidad de la leche tampoco está relacionada con la calidad de la alimentación de la madre, pero sí lo está la cantidad de la misma con la de la producción láctea. Por esta razón se recomienda que continúes con la dieta sana y variada del embarazo. La misma debe contener grandes cantidades de proteínas, calcio y hierro y de alimentos como cereales, frutas y vegetales.

2. El suplemento de calcio: Para una buena cantidad de leche y de buena calidad es conveniente continuar con un suplemento vitamínico rico en calcio, y agregar unas 500 calorías extras a la dieta habitual. Esto es algo flexible, si se ha acumulado mucha grasa durante el embarazo, ya que no son necesarias estas calorías extras. Ahora bien, si después del nacimiento tu peso está por debajo del habitual, debes incrementar las calorías aún más de las 500 aconsejadas. Si no eres partidaria de consumir vitaminas, debes aumentar tu ingesta de lácteos a 5 raciones diarias.

3. La ingesta de líquidos: Debes además ingerir líquidos en cantidades aumentadas y regularmente para poder tener la hidratación necesaria para la formación de leche. Para esto debes tomar 8 vasos diarios de líquidos. Los mismos pueden ser lácteos, caldos, jugos naturales, agua, etc... No cuentes como líquidos al café y al té ya que los mismos poseen un efecto deshidratante y además pasan a la leche materna.
4. Los medicamentos y el alcohol: Recuerda que todavía existe restricción de ciertos medicamentos durante este período y el alcohol conviene evitarse o beberse con mucha moderación, ya que pasa a la leche materna y produce efectos perjudiciales para el bebé.

5. Las dietas para adelgazar: Sin son pocos los kilos que aumentaste durante el embarazo no te preocupes en bajarlos, ya que estos kilos son una reserva natural de calorías que tu cuerpo acumuló en grasas durante el embarazo para este gran momento. Sin mayor esfuerzo y a la medida que vayas amamantando habrán desaparecido en un par de meses.

Las madres con dietas deficientes en proteínas o calorías, producen, por lo general, leche de buena calidad, pero en poca cantidad, que a veces no es suficiente para alimentar al bebé. En general estas deficiencias se producen por la aplicación de dietas drásticas para bajar de peso, pudiendo provocar problemas en la lactancia.

En los casos que se haya subido de peso en exceso durante el embarazo, es aconsejable consultar a un nutricionista para confeccionar una dieta debidamente calculada, y que permita perder el peso excedido de a poco.
Escoger cómo y qué darle al bebé como alimentación es una decisión personal que merece una consideración cuidadosa y exhaustiva. La leche materna es la fuente nutricional natural para bebés de menos de un año. La leche materna es la mejor fuente de nutrición durante los primeros 6 meses de vida, porque contiene cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas, grasa y suministra las enzimas digestivas, los minerales, las vitaminas y las hormonas que los bebés requieren. La leche materna también contiene anticuerpos de la madre que pueden ayudar al bebé a resistir las infecciones. Amamantar al bebé (directamente de la mama) sólo lo puede hacer la madre y se puede realizar de manera exclusiva o se puede complementar con alimentaciones con biberón.

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